Estudiar comunicación no era lo que quería, el sistema me puso en una carrera de la que no tenía la más mínima idea, pero era eso o quedarme en la casa, así que inicié a estudiar una profesión que muchas veces tiene más decepciones que satisfacciones.
Comunicación social es una carrera que tiene cierto nivel de exigencia, te enseñan no sé cuántos autores y teorías, te toca practicar en medios y te hacen leer unos cuantos libros y artículos, pero sobre todo te venden la idea que serás capaz de salvar al mundo con tu trabajo frente a las cámaras.
Pues les tengo una noticia, ese ideal no es del todo cierto, cuando te gradúas te das cuenta que el único mundo que cambias es el de los dueños de los medios, aquellos que te explotan al máximo aprovechando tus ganas de salir al aire o frente a las cámaras, los que evaden pagar el seguro de los trabajadores y te obligan a hacer canje de publicidad para más o menos redondear un sueldo.
Los medios de comunicación, por lo menos acá son incoherentes con su discurso de transparencia, nunca rinden cuentas y cuidado quien se las pida, moverán sus hilos y saldrán siempre impunes. De hecho, Latacunga en Cotopaxi, fue catalogado como uno de los lugares donde los medios digitales y pocos medios impresos están coludidos. Unos con jefes dictadores que no tienen idea del periodismo y otros que han usado testaferros para sus fines políticos, y sin dejar alado aquellos personajes que la hacen al periodista, sin tener conocimiento del mismo rubro. En otras instancias sus directivos no son aptos y dejan caer las frecuencias por malas gestiones y poca empatía entre el gobierno local y los medios, debido a no saber cómo se constituye un medio y cómo debe saberse mantener y administrar.
Estudiar Comunicación es una especie de condena a una vida de pobreza, mientras que los dueños de los medios por el contrario seguirán enriqueciendo sus bolsillos y tendrán la sartén del poder por el mango, es por eso que todos quieren ser dueños de medios y no necesitan pasar por la universidad.
Para completar el panorama ahora sabemos que una autoridad compró un medio mediante testaferros, ahora sabemos qué es la fórmula perfecta para un político, simplemente no se esfuerza para nada y moverá los hilos del poder a su antojo, y así, manipular la noticia para controlar su propio desprestigio y favorecer su futura campaña.
La decepción no podía ser más grande, no solo son políticos que se aprovechan de su puesto de privilegio, ahora también los tendremos en los medios de comunicación ensuciando más un panorama que ya estaba bastante fétido. Hasta ahora los estudios remarcan que ningún medio de la zona tiene credibilidad y nadie hace periodismo de investigación, además de que es mal pagado y uno de oficios más peligrosos.
Por. El Mashca