El futbol de América Latina le dio un pase gol a las casas de apuestas en línea, que han firmado millonarios contratos para poner sus nombres en las camisetas de decenas de equipos, causando alarma en países que han prohibido sus operaciones o que buscan regularlas.
Alertados por la rápida instalación de las casas de apuestas en línea en Chile, diputados patrocinaron una ley que propone “la prohibición de toda publicidad de casas o plataformas de apuestas en línea en eventos deportivos, indumentarias y toda relación comercial”, explica a la AFP Roberto Arroyo, presidente de la Comisión de Deportes y Recreación de la Cámara de Diputados.
Arroyo agrega que las casas de apuestas en línea “son un problema” a nivel legal por su falta de regulación y a nivel deportivo por el peligro del “amaño de partidos”.
En Chile, la mayoría de los 16 equipos de primera división tienen a las casas de apuestas como patrocinadoras. Incluso, la Asociación Nacional del Futbol profesional (ANFP) cerró un contrato para ponerle el nombre de una de estas plataformas al torneo de la segunda división.
La prohibición de la publicidad en las apuestas no tiene destino. Es mejor regular que prohibir, porque al prohibir vas a fomentar la ilegalidad y generalmente las apuestas ilegales están en manos de mafias, sostiene el periodista y escritor deportivo chileno Juan Cristóbal Guarello.
Legislación es diversa en países de América Latina: En Uruguay, tierra de Luis Suárez, las apuestas en línea no autorizadas previamente están prohibidas desde el 2017 y se han bloqueado cientos de casas de apuestas.
En julio pasado la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas de Uruguay (DNLQ), que administra los juegos de azar, multó a la Conmebol con 50,000 dólares por exhibir en Uruguay durante partidos de copas internacionales publicidad de otros sitios de apuestas.
En cambio, Perú, donde las apuestas están permitidas, se aprobó en agosto una norma que regula este tipo de entretenimiento que busca recaudar impuestos anuales por unos 40.1 millones de dólares.
Además, en México también son válidas, pero las plataformas están obligadas a establecer un control interno para las transacciones que impidan la manipulación de los sistemas de apuestas.
Ausencia de regulación en apuestas Los principales equipos de la región se han visto seducidos por los millones que ofrecen estas casas de apuestas por un espacio en sus camisetas.
Por ejemplo, la plataforma “Pixbet” pagó en 2021 unos nueve millones de dólares por estampar su nombre en la camiseta del mítico club brasileño Flamengo, que jugará la final de la Copa Libertadores ante su compatriota Athlético Paranaense.
La española “Codere (BME:CDRE)” desembolsa 3.5 millones anuales para aparecer en la indumentaria del argentino River Plate, otro fuerte club latinoamericano.
Pese a tener un poderoso campeonato cuyos equipos generaron ingresos por 1,290 millones de dólares en 2021, Brasil no cuenta con una reglamentación clara sobre las apuestas en línea, ya que aún se debate una norma para regular aspectos operacionales y tributarios, junto a medidas para evitar la manipulación de los resultados.
La ausencia de regulación en relación con las operaciones en el territorio nacional (Brasil) hace imposible mapear con precisión los números que efectivamente mueve el mercado de apuestas, dijo a la AFP Danielle Maiolini, especialista brasileño en derecho deportivo del estudio CSMV Abogados.
En Argentina, que vio nacer al astro Diego Armando Maradona, no existe una ley a nivel nacional que regule las plataformas en línea. En Buenos Aires, donde juegan los poderosos Boca Juniors y River Plate, las casas de apuestas deben tributar el 15% de sus ingresos.
Contratos millonarios
Los 20 equipos de la Serie A brasileña han cerrado millonarios contratos de patrocinio con estas empresas.
Actualmente, no existe ninguna prohibición por parte de la CBF (Confederación Brasileña de Futbol) o la FIFA en cuanto a la presencia de estos jugadores en la comunicación de marketing asociada a las competiciones deportivas sostiene Maiolini.
En tanto, en México 13 de los 18 planteles de primera alcanzaron acuerdos de publicidad y en la temporada 2020-21 se apostaron 27.9 millones de dólares en promedio por partido según “Sportradar”, empresa especializada en la vigilancia de apuestas deportivas.
Las plataformas de apuestas también han copado espacios publicitarios de programas deportivos y en los descansos de los partidos con exestrellas de futbol que prometen suculentos premios a los televidentes.
La región también ha estado expuesta a posibles amaños deportivos. En Argentina la justicia investiga si las casas de apuestas están detrás de la dura patada que sufrió en agosto pasado el juvenil de Boca Juniors Exequiel Zeballos de parte del defensor de Agropecuario Milton Leyendeker, quien fue expulsado apenas transcurrían siete minutos de este partido por la Copa Argentina.
Hipótesis judiciales, según medios argentinos, apuntan a una aparente apuesta en línea referida a que un futbolista sería expulsado antes de los diez minutos del encuentro entre Agropecuario y Boca.
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