El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se refirió a sus conversaciones con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, sobre las acciones para combatir el narcotráfico y el crimen organizado. El mandatario ecuatoriano aseguró que Petro le sugirió actuar con firmeza en contra de esa amenaza.
Lasso mantuvo una entrevista con el periodista Carlos Vera a quien Lasso tildó de “insidioso” en el Palacio de Carondelet en Quito. En la tensa conversación, llena de interrupciones y quejas sobre el trabajo de los medios de comunicación, el presidente ecuatoriano habló sobre las estrategias de su gobierno en materia de seguridad, de control de las cárceles, salud y la popularidad de su administración.
Sobre el narcotráfico, Lasso contó que mantuvo una conversación con Gustavo Petro, presidente de Colombia: “A (Gustavo) Petro le dije: “Qué me sugiere usted para el Ecuador (sobre el tema de las drogas)”. Me contestó: “Destrócelos””.
El presidente colombiano ha expresado que habrá un cambio de políticas sobre la lucha contra el narcotráfico en su país y que se enfocará más en perseguir a los grandes capos y no a los campesinos. Colombia ha recibido el apoyo del presidente estadounidense, Joe Biden, en este cometido.
Durante la entrevista, Lasso también señaló que uno de los problemas que surgen de la penetración del narcotráfico y microtráfico en Ecuador es el consumo de drogas en los colegios y escuelas.
Una investigación periodística reveló que la mafia albanesa que opera en Ecuador recluta a jóvenes y niños para convertirse en traficantes y sicarios. Los gangsters albaneses, calificados como “maestros de la exportación de cocaína”, se disputan con las pandillas locales ecuatorianas las rutas para el envío de droga a Europa.
De acuerdo con el reportaje del medio británico, los albaneses no solo han tomado control de las rutas clave del envío de droga a Europa, sino que incluso han instalado sus “escuelas de sicarios” en Guayaquil, según medios nacionales.
Niños desde los 10 años se reúnen en las canchas de barrios pobres de Guayaquil para aprender cómo manejar y rastrillar un arma. Este, según el medio británico, es el primer paso para que los jóvenes aspirantes a sicarios se unan a las bandas que compiten por el creciente mercado de cocaína en Europa.
De acuerdo con la versión oficial, la inseguridad que vive el Ecuador es producto del combate al narcotráfico. Asimismo, las autoridades sostienen que la crisis carcelaria es una respuesta al trabajo de la policía.
Sobre el control de las prisiones ecuatorianas, Lasso confirmó que hay un déficit de guías penitenciarios. En todo el Ecuador hay apenas 1.600 agentes para contener a más de 37.000 presos, lo que equivale a 1 agente desarmado para controlar a 23 reclusos, que muchas veces tienen armas. Sin embargo, el presidente aseguró que están capacitando a 1.400 guías más.
Lasso dijo que al llegar al poder encontró que el Servicio de Atención Integral, la entidad encargada de la cárcel, es una institución corrupta.
Delegaciones de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de las Naciones Unidas, e incluso la Comisión de Pacificación que armó el gobierno de Lasso, han confirmado que el Estado no tiene control de las cárceles y que estas se han convertido en cuarteles de operación de las pandillas. Todos los expertos coinciden en que la corrupción ha permitido el ingreso de armas y los privilegios para los cabecillas. Además, se ha detectado que al menos el 10 % de trabajadores del sistema penitenciario responden a las bandas criminales.
Una entrevista para cuestionar el trabajo de los medios
Durante la conversación, Lasso no solo interrumpió varias veces a su entrevistador, a quién le increpó frases como “serénese”, “usted (Carlos) pretende ubicarme en el banquillo de los acusados”, “no se ponga extremo”, entre otras; sino que también acusó a la prensa de no difundir los logros de su gobierno.
El mandatario dijo que su gobierno ha entregado casas a los más necesitados, que ha solucionado problemas institucionales y que esas noticias no están en los titulares.
Frente a estas declaraciones, varios periodistas se pronunciaron y resaltaron la necesidad de que las autoridades comprendan que el oficio no sirve para “hacerles relaciones públicas”.
La Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios, conocida también como Fundamedios, se pronunció sobre las declaraciones del presidente, quien aseguró que respeta y protege la labor de los medios. La organización que defiende la libertad de prensa en la región aseguró que las declaraciones de Lasso estuvieron “llena de dardos contra la prensa”.
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