El Congreso de Colombia aprobó un proyecto de ley de reforma tributaria que apunta a recaudar 20 mil millones de pesos adicionales ($ 4 mil millones) cada año, en gran parte a través de mayores contribuciones de los productores de combustibles fósiles.
El presidente Gustavo Petro, quien se convirtió en el primer presidente de izquierda del país tras asumir el cargo el 7 de agosto, utilizará la reforma para financiar un ambicioso programa de gasto social destinado a combatir la pobreza y la desigualdad.
Los críticos han advertido que la iniciativa desalentará la inversión, particularmente en los sectores del petróleo y el carbón, que en conjunto representaron casi la mitad de los 41.200 millones de dólares en ingresos por exportaciones de Colombia en 2021.
“Esta es la reforma más progresista de la historia. Aquí, por supuesto, hay algunos sectores que pagarán más impuestos, pero esos sectores son todos de ingresos altos”, dijo a periodistas el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, la tarde del jueves.
Aprobada por el Senado el miércoles y la Cámara de Diputados el jueves, la reforma no cumplió con la meta de ingresos de 21.500 millones de pesos establecida luego de que el Congreso celebrara su primera sesión de debate sobre la iniciativa el mes pasado.
Esto tras el rechazo a una propuesta de gravamen de las pensiones mensuales superior a los 10 millones de pesos y una rebaja en algunos impuestos al petróleo y al carbón.
Las autoridades inicialmente indicaron que esperaban recaudar 25 mil millones de pesos anuales. A pesar de las advertencias sobre el impacto en la industria de los combustibles fósiles, los legisladores aprobaron un recargo en el impuesto sobre la renta para las empresas de petróleo y carbón cuando los precios internacionales de las materias primas alcanzan ciertos niveles.
Los productores de petróleo estarán gravados con un 5% adicional cuando los precios internacionales del crudo oscilen entre US$ 67,3 y US$ 75 por barril. La cifra subirá al 10% cuando fluctúen entre 75 y 82,2 dólares por barril y al 15% cuando superen el último umbral.
Otros cambios incluyen una mayor carga fiscal para las personas que ganan más de 10 millones de pesos al mes, un impuesto permanente sobre el patrimonio personal y nuevos impuestos sobre dividendos y ganancias de capital.
Además de aumentar la carga fiscal de las empresas de combustibles fósiles, Petro se comprometió a no emitir nuevas licencias de exploración de hidrocarburos y a acelerar las inversiones en energía renovable.
Según la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), las medidas podrían dejar al país con la necesidad de importar gas en 2026 y petróleo en 2028. Algunos analistas citan la política energética del gobierno como razones decisivas para la salida de capitales extranjeros y la fuerte devaluación de la moneda. Durante la semana, la moneda colombiana alcanzó un mínimo histórico de más de 5.000 pesos por dólar.
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