Joana Sanz, aún esposa de Dani Alves, está sufriendo las consecuencias del caso en el cuál está involucrado el futbolista.
El que el exjugador, esté en prisión ya está sobrepasando a Joana, porque constantemente está recibiendo acoso por parte de los medios, hecho que la hizo tomar una medida drástica.
Desde el pasado mes de enero, el exjugador de Pumas y el FC Barcelona se encuentra en la cárcel, tras la acusación de una jóven de presunta agresión sexual, por lo que hasta la fecha sigue esperando que un juez dé fecha de juicio para ver si puede salir libre.
Ante ello, la modelo ha decidido no utilizar más sus redes sociales, con el fin de ‘desaparecer’ de la mira de la prensa y que cada movimiento que haga no sea público, pues recibe tal acoso que ‘está afectando su salud mental’, expresó en un comunicado.
“Dado el acoso mediático al que estoy sometida, he decidido dejar de utilizar mis redes sociales. No sé si con esto sea suficiente para que los medios de comunicación dejen de esperarme en aeropuertos, fuera de mi casa u hoteles, o abordar a mis seres queridos”, se leeen l comunicado.
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