El gobierno de Canadá anunció que se unirá a las conversaciones de solución de controversias entre Estados Unidos y México sobre el maíz genéticamente modificado (GM) como una tercera parte. Esta medida se produce después de que Washington solicitara las consultas la semana pasada, lo que indica una posible disputa comercial en el marco del acuerdo comercial de América del Norte, conocido como TMEC. El problema se centra en las políticas de México para restringir el uso de maíz transgénico importado de Estados Unidos.
En un comunicado conjunto, la ministra canadiense de Agricultura, Marie-Claude Bibeau, y la ministra de Comercio Internacional, Mary Ng, expresaron que Canadá comparte la preocupación de Estados Unidos de que las medidas adoptadas por México no tienen fundamentos científicos y podrían perturbar innecesariamente el comercio en el mercado norteamericano.
En febrero, México eliminó un plazo para prohibir el maíz transgénico en la alimentación animal y el uso industrial, pero mantuvo su plan de vetar el consumo humano de este grano. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado preocupación de que las semillas transgénicas puedan contaminar las variedades nativas de maíz en el país y ha cuestionado su impacto en la salud humana.
La Secretaría de Economía de México y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos no han emitido comentarios inmediatos sobre la participación de Canadá en las consultas. Si las conversaciones no resuelven las discrepancias en un plazo de 75 días, Estados Unidos puede solicitar que se forme un panel de solución de diferencias para resolver el caso.
Es importante destacar que Canadá no es un gran exportador de maíz, pero México es uno de sus principales mercados para la canola, una parte significativa de la cual también es transgénica.