Las políticas ambientales de Brasil en el Amazonas, elemento crucial para la ratificación del Acuerdo Comercial Mercosur-UE
El viraje radical en la política ambiental de Brasil desde el retorno de Luiz Inácio Lula da Silva al poder comienza a manifestarse en las cifras. La deforestación ilegal en la Amazonia brasileña disminuyó en un 34% durante el primer semestre de este año en comparación con el mismo periodo de 2022, según datos preliminares presentados el jueves por la ministra del Medio Ambiente, Marina Silva.
Aunque estos datos deben ser corroborados en unos meses con cifras consolidadas, esta disminución representa un logro para el presidente Lula, quien asumió el cargo el 1 de enero y ha solicitado a la comunidad internacional confianza, apoyo y recursos para la preservación de la mayor selva del mundo, crucial en la lucha contra el calentamiento global.
La causa de la reducción de la deforestación del Amazonas
La ministra Silva, una activista que lideró la política ambiental del Gobierno de Lula hace dos décadas, explicó que “la reducción de la deforestación en la Amazonia se debe a una serie de medidas que incluyen desde un aumento en las inspecciones y las sanciones por parte del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), hasta una acción coordinada con los estados y un enfoque disuasorio que muestra que no habrá complacencia con los criminales”, informa UOL.
Un contraste marcado con los cuatro años de Jair Bolsonaro, quien debilitó las instituciones medioambientales, alentó la explotación de los recursos en la Amazonia e intentó legalizar la minería en tierras indígenas, actividad que actualmente es ilegal pero ampliamente extendida.
Sin duda, Lula y su gobierno presentarán esta disminución como un resultado tangible del renovado compromiso de Brasil con la lucha contra la crisis climática. El bloque sudamericano Mercosur, del cual Brasil es el principal miembro, está enfrascado en intensas negociaciones con la Unión Europea para finalizar y ratificar un acuerdo comercial deseado por ambas partes. Sin embargo, las demandas europeas en materia ambiental y las críticas de América Latina han estancado el proceso. Durante el semestre actual, con España presidiendo la UE y Brasil al mando de Mercosur, se presenta una oportunidad para cerrar este acuerdo que impulsaría el comercio bilateral.
¿Cuánto daño a generado la deforestación en el Amazonas?
La ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático presentó un balance preliminar que señala que entre enero y junio se destruyeron 2.649 kilómetros cuadrados de bosque tropical en la Amazonia. En contraste, la tala ilegal en el bioma del Cerrado está en aumento. Aunque estos datos, obtenidos a través de satélites del Instituto de Investigaciones Espaciales (INPE), no son ideales para medir la deforestación exacta, ya que no se basan en el área afectada por la tala ilegal, sino en mediciones menos precisas que activan alertas para que las autoridades respondan. Sin embargo, estas mediciones suelen indicar tendencias.
En el balance anual más reciente de deforestación, que abarca el último año de mandato de Bolsonaro y se publicó en diciembre, la Amazonia brasileña perdió 11.500 kilómetros cuadrados. Esto representó un cambio de rumbo y una disminución del 11%.
Estas nuevas cifras de deforestación brindan un respiro al presidente y a su política exterior, en la que la protección de la Amazonia ocupa un lugar central. La preservación de la biodiversidad de esta selva, que en su parte brasileña abarca un área equivalente a la de la Unión Europea, resulta esencial para enfrentar la crisis climática, como lo demuestra el reciente episodio de días históricamente cálidos a nivel global. La deforestación, a su vez, se convierte en la vara con la cual la comunidad internacional evalúa el desempeño ecológico de Brasil.
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