La falta de agua en los lagos que alimentan el Canal de Panamá ha causado un congestionamiento significativo en la vía acuática crucial para el comercio global. La administración del canal anunció que actualmente 134 buques se encuentran esperando para cruzar debido a las medidas tomadas en respuesta a la sequía que afecta a la cuenca de la región.
¿Qué consecuencias tiene el atasco de buques en el canal de Panamá?
La infraestructura del canal depende del agua proveniente de dos lagos artificiales. Las reservas del lago Gatún, el más grande de los dos, alcanzaron su nivel más bajo en siete años a finales de julio. La prolongación inusualmente larga de la estación seca ha complicado la operación de las esclusas y ha llevado a la reducción del calado de los barcos que pasan por el canal.
La falta de agua ha impactado tanto en la capacidad de los barcos para cruzar como en la rentabilidad del canal. La limitación del calado ha llevado a la administración a reducir el número de buques que pueden transitar diariamente y a la necesidad de limitar la carga que pueden llevar. Esto afecta las tarifas de peaje que cobra el canal y se espera una disminución de ingresos significativa en 2024.
Consecuencias en el comercio global
El Canal de Panamá es una ruta vital para el comercio global, conectando los océanos Atlántico y Pacífico en aproximadamente nueve horas. A través de esta vía pasan alrededor de 180 rutas marítimas que conectan con 1.920 puertos en 170 países. Los retrasos podrían afectar las cadenas de suministro globales y los cargadores podrían verse obligados a buscar rutas alternativas.
Desafíos futuros
La administración del canal está tomando medidas para mitigar el impacto, pero los efectos de la falta de agua en la infraestructura y en las operaciones del comercio mundial son una preocupación. A medida que el canal continúa enfrentando la sequía, la necesidad de gestionar eficazmente los flujos de tráfico y adaptarse a las condiciones cambiantes se convierte en un reto importante.