En medio de una creciente crisis diplomática, el presidente de la República, Gustavo Petro, ha respondido a las acciones de Israel, manifestando su disposición a suspender las relaciones exteriores con ese país. Esto se produce después de que Israel decidiera detener las exportaciones hacia Colombia en materia de seguridad como respuesta a las recientes declaraciones del mandatario colombiano.
Las tensiones entre Colombia e Israel se han intensificado debido a las afirmaciones de Petro, quien calificó la respuesta del Ejército judío al ataque del grupo terrorista Hamas como un “genocidio”. Además, señaló que ciudadanos de Israel habrían fomentado el paramilitarismo en Colombia.
En respuesta a las acciones de Israel, el presidente Petro arremetió contra el estado judío y desestimó los señalamientos en su contra. A través de sus declaraciones, Petro mencionó al mercenario Yair Klein, quien está acusado de suministrar armas y entrenamiento a grupos paramilitares en Colombia, así como al fallecido militar Raifal Eithan, excomandante en jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel. Petro los acusó de cometer crímenes de lesa humanidad en Colombia, en particular, vinculados a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Las declaraciones de Petro han generado un fuerte contrapunto con Israel. El portavoz del Ministerio de Relaciones de Israel, Lior Haiat, condenó las palabras del presidente colombiano, señalando que reflejan apoyo a las acciones de los terroristas de Hamas, avivan el antisemitismo y afectan a los representantes del Estado de Israel, así como amenazan la paz de la comunidad judía en Colombia.
Esta tensión diplomática ha resultado en la llamada a consultas de la embajadora de Colombia en Israel, Margarita Manjarrez, y en la detención de las exportaciones en materia de seguridad al país. La situación muestra el deterioro de las relaciones bilaterales y ha generado preocupación en la comunidad internacional.
Gustavo Petro ha hecho un llamado a la solidaridad de América Latina con Colombia y ha dejado en manos de la historia el veredicto final sobre estos eventos, subrayando que ni individuos como Yair Klein ni Raifal Eithan tendrán la última palabra en la historia de la paz en Colombia.
La situación diplomática entre Colombia e Israel sigue siendo motivo de preocupación y está en constante evolución, y es necesario seguir de cerca su desarrollo.