Colombia: atentado contra caravana de la vicepresidenta Márquez
Bala impacta carro de seguridad de Francia Márquez
El carro principal de la caravana de la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, ha sido impactado este miércoles por una bala cerca del municipio de Timba, Cauca. El proyectil, aparentemente de fusil, entró en el vehículo después de impactar en el techo. Esto justo por encima del vidrio panorámico, sin causar heridas a ninguno de sus ocupantes. Este incidente ocurrió mientras Márquez se encontraba en Cali, a donde se había desplazado en helicóptero desde Suárez para atender otro compromiso de su agenda.
Declaraciones y antecedentes
La vicepresidenta había estado en Suárez visitando la futura sede de la Universidad del Valle en el norte del Cauca, acompañada de la saliente ministra de Educación, Aurora Vergara, según un comunicado emitido por la Vicepresidencia. Tras el ataque, Márquez expresó: “No puedo dejar de expresar mi enorme preocupación por el Cauca y por la tensión permanente que está viviendo mi gente todos los días en toda la región”.
Este ataque es el segundo que sufre la vicepresidenta o su entorno familiar en menos de un mes. El pasado 16 de junio, hombres armados atacaron a tiros el carro en el que se movilizaban el padre y un sobrino de seis años de Márquez en la carretera que conecta Suárez con Cali. Afortunadamente, tanto ellos como los dos guardaespaldas que los acompañaban salieron ilesos. En ese momento, la Presidencia condenó el ataque, declarando: “Es inaceptable que los grupos armados que operan en la zona sigan usando la violencia desproporcionada y el terror como herramientas de guerra”.
Situación de orden público en el Cauca
El Cauca enfrenta una situación de orden público muy delicada. Márquez, originaria de esta región, ha sido objeto de múltiples amenazas a lo largo de su vida como lideresa social. Los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y los grupos disidentes de la extinta guerrilla de las FARC han obstaculizado la implementación de la política de paz total. Dicha política se impulsa por el presidente Gustavo Petro. Los frecuentes ataques contra la población indígena llevaron al mandatario a suspender en marzo el cese el fuego bilateral entre el Estado y esos grupos armados ilegales en la región.
Los habitantes del norte del Cauca viven en un estado constante de tensión ante la posibilidad de atentados armados. En municipios como Corinto o Miranda, es común ver pintadas con amenazas firmadas por las “FARC-EP”. Asimismo los daños en las fachadas de edificios o colegios causados por explosiones. Este ambiente bélico también se ha extendido a poblaciones del vecino departamento del Valle del Cauca. Tal es el caso de Jamundí, donde explotó una motobomba a principios de junio, casi simultáneamente a otros hostigamientos armados en un corregimiento cercano.
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