Migración climática en América Latina aumenta por desastres naturales
Impacto del cambio climático en la región
La migración climática en América Latina está en aumento debido a la intensificación de desastres naturales como sequías, tormentas e inundaciones, fenómenos exacerbados por la crisis climática. Estos eventos obligan a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de refugio en zonas menos afectadas. Según un estudio de ClimaMeter, tormentas modernas como el huracán Beryl, que impactó el Caribe en julio, son un 30 % más intensas y un 10 % más fuertes que las registradas entre 1979 y 2001. Este cambio climático afecta directamente a los medios de vida y, por ende, provoca el desplazamiento de comunidades enteras.
La migración climática, definida por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) como el movimiento de personas forzadas a desplazarse por cambios ambientales súbitos o progresivos, afecta a millones en la región. Según el Banco Mundial, si no se adoptan medidas urgentes, para 2050, América Latina podría tener hasta 17 millones de migrantes climáticos.
Perspectivas de migración en Latinoamérica
El impacto del cambio climático no solo se refleja en los desplazamientos ya registrados, sino también en la percepción de las personas sobre su futuro. Una reciente encuesta realizada por el Banco Europeo de Inversiones en mayo de 2023, que incluyó a más de 10.500 participantes de 13 países de la región, reveló que alrededor de la mitad de los encuestados en Latinoamérica cree que podría tener que trasladarse a otra región o país debido al cambio climático.
Los encuestados en Ecuador presentaron el porcentaje más alto (61 %) de personas que creen que tendrán que mudarse debido al cambio climático, seguidos por los mexicanos (59 %). En Brasil, el porcentaje fue del 52 %. Además, el 91 % de los encuestados en toda la región considera que el cambio climático afecta su vida cotidiana, y el 88 % está a favor de medidas gubernamentales más estrictas que impongan cambios en el comportamiento de las personas para mitigar los efectos de la crisis climática.
Este cambio en la percepción pública subraya la urgencia de implementar políticas que aborden tanto la mitigación como la adaptación al cambio climático, especialmente en una región tan vulnerable como América Latina.
Aumento de desplazamientos en Brasil y Colombia
Brasil es uno de los países más afectados por la migración climática en América Latina. Entre 2016 y 2023, se registraron 2,7 millones de desplazamientos internos por motivos ambientales, principalmente debido a inundaciones y tormentas. En 2023, el número de desplazamientos alcanzó los 745.000, un aumento respecto al año anterior. En Río Grande do Sul, fuertes lluvias e inundaciones obligaron a 581.000 personas a dejar sus hogares y causaron al menos 169 muertes. Además, una ola de calor en Brasil rompió récords recientes, alcanzando una sensación térmica de 62,3 °C en Río de Janeiro, la más alta en una década. La OIM clasifica a Brasil con un índice de “riesgo alto” debido a su alta exposición a eventos extremos provocados por el cambio climático y a sus limitadas capacidades de adaptación.
Colombia, otro país severamente afectado, registró 886.000 nuevos desplazamientos internos por desastres entre 2016 y 2023. En 2023, 351.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares debido a lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra, especialmente en los departamentos de Sucre y Bolívar. La OIM advierte que Colombia está entre los 10 países con mayor número de desplazados internos a nivel mundial debido a desastres naturales.
Perú y otros países en riesgo
En Perú, el cambio climático ha provocado un incremento en la migración interna, con 555.000 desplazamientos registrados entre 2016 y 2023. En el último año, el país sufrió 188.000 desplazamientos por inundaciones, tormentas y deslizamientos de tierra. La OIM destaca que el retroceso de los glaciares peruanos, causado por el calentamiento global, ya influye en la decisión de migrar. Además, se espera que para 2030, Perú experimente un aumento de la temperatura máxima entre 0,5 y 2,5 grados Celsius, lo que agravará la situación climática y económica.
Otros países de la región también enfrentan serios desafíos. Cuba, por ejemplo, registró 3,8 millones de desplazamientos entre 2016 y 2023, con tormentas, inundaciones e incendios como principales causas. En Bolivia, la sequía en el Lago Poopó ha forzado a comunidades enteras a migrar debido a la falta de recursos. En Ecuador, comunidades asentadas en las laderas del volcán Chimborazo están siendo obligadas a desplazarse por el deshielo y otros impactos negativos en sus cultivos y viviendas.
Necesidad de acción urgente
El doctor Daniel Rodríguez Velázquez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), resalta la falta de una gobernanza climática efectiva a nivel internacional. A pesar de los esfuerzos, no existe un plan concreto ni acciones contundentes para mitigar los efectos del cambio climático. La OIM coincide en la necesidad de una acción urgente, destacando que es fundamental involucrar a toda la sociedad y pasar de las negociaciones a la implementación.
En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la OIM subraya la importancia de transformar los sistemas energéticos, industriales, de transporte y agrícolas para limitar el aumento global de la temperatura y reducir la migración forzada por el cambio climático. Sin estas medidas, millones de personas en América Latina seguirán viéndose obligadas a abandonar sus hogares, lo que agravará la crisis humanitaria en la región.
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