Se empezará a explotar el coltán en Colombia

Las tierras raras están compuestas por una variedad de 17 elementos que son esenciales para el progreso de la defensa militar, la tecnología más avanzada y la transición energética. Aunque no son insignificantes porque se encuentran en la superficie terrestre, no todos los países tienen los recursos geológicos necesarios para su uso.

Aunque Colombia posee la capacidad de explotar sus tierras exóticas, nunca lo ha hecho. Es por ello que Auxico Resources Canada, una empresa multinacional, ha encontrado una excelente oportunidad comercial y quiere ser la primera en utilizar este valioso recurso en Colombia.

La empresa ha intentado aprovechar los yacimientos del país desde 2019, pero solo pudo completar su exploración inicial en un lugar histórico de impacto de asteroides en una propiedad llamada Minastyc en la zona rural de Puerto Carreño, Vichada.En ese lugar, se descubrió la presencia de elementos como tantalio y niobio (también conocido como coltán) en 23 pozos de muestreo.

De esta manera, no tardaron en obtener los derechos de las 189 hectáreas de tierra y en 2021 comenzaron a negociar otro terreno llamado Agualinda, que tiene 1.293 hectáreas y está justo al lado de su primera posesión.Según afirmaron, tienen 1.482 hectáreas en total, lo que les permite acceder a un millón de toneladas métricas de tierras raras.

Además de adquirir estas tierras en Colombia, la empresa canadiense ha obtenido todos los permisos requeridos con la Autoridad Nacional de Minería (ANM) y la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía (Corporinoquia), lo que les permite extraer 50.000 toneladas métricas de tierras raras al año, por otra parte no se limitaría a la explotación de las tierras raras del Vichada, sino que también ha anunciado la construcción de una refinería de este recurso en la zona franca de Santa Marta, con una superficie de 10.000 metros cuadrados. Se prevé una inversión de 116,2 millones de dólares en el proyecto, que tendrá un rendimiento anual de 36.000 toneladas.

La multinacional canadiense tendrá que asegurarse de que este proyecto cumpla con los estándares ambientales requeridos y no afecte a las comunidades indígenas cercanas. La organización solicitó certificación de la Autoridad Nacional de Consulta Previa en 2021.

La comunidad étnica más cercana se encuentra a una distancia de 3,7 kilómetros del proyecto y está separada físicamente por depósitos de agua de riego.