¿Último cortejo para las luciérnagas? Un caso de México
Adriana Isabel Gutiérrez Castro; Mauricio Camarillo Cuevas; Ángel David Flores Domínguez
Del Colegio de Tlaxcala, México
A nivel mundial, el turismo no es una amenaza importante para las fascinantes luciérnagas que evocan momentos felices de infancia, pero la situación podría ser diferente para los bosques templados de Nanacamilpa y Calpulalpan (Tlaxcala, México), que albergan a una especie de luciérnaga, el escarabajo más carismático -turísticamente hablando- de ese ecosistema. En el verano del año 2022, un ejidatario -que prefirió guardar el anonimato-, advertía que “… a la luciérnaga le quedan tres o cuatro años de vida…”, debido a las malas prácticas turísticas que él observó.
Las luciérnagas dependen importantemente de la humedad relativa del ambiente, y la primera amenaza proviene del clima. De acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional (2023) hubo sequía anómala para Nanacamilpa de enero a junio, ya que las lluvias se presentaron hasta la primera quincena de julio, pero escasearon en la segunda quincena. La prolongación de la sequía fue tan importante que incluso los campesinos en Nanacamilpa temieron por sus cultivos de maíz ante el retraso de las lluvias. Por esto, aunque la temporada turística inició oficialmente en la segunda quincena de junio (Comunicado 127/2023 Secretaría de turismo) las luciérnagas salieron a cortejar hasta principios de julio, con la temporada de lluvias. La temperatura también jugó en contra, porque junio fue el mes más cálido de los últimos 174 años (NOAA, 2023).
La segunda y tercera amenaza provinieron de la tala, a pesar de ser prohibida por las autoridades en materia ambiental de México durante la temporada, acompañada de olor a agroquímicos en los avistamientos que se ubican en la periferia del bosque, es decir, que colindan con los campos de cultivo.
La cuarta amenaza se encuentra en la cantidad de visitantes que han arribado durante la temporada, derivado de la intensa promoción por parte de instancias gubernamentales y particulares, contraponiéndose a los reglamentos de los centros, referentes a no sobrepasar la cantidad de visitantes permitida. Se ha publicado en las redes sociales de alguno de los centros de avistamiento, la hazaña de haber recibido a miles de visitantes en un día. Se suma una quinta amenaza, proveniente de los centros de avistamiento no registrados ante la Secretaría de Turismo de Tlaxcala que abrieron sus puertas, aumentando la cantidad de visitantes. Así, el paso de miles de visitantes por el bosque ha afectado directamente a las luciérnagas hembra, porque se desplazan por el suelo y las hierbas bajas ante su incapacidad de volar.
Una sexta amenaza se encuentra en el uso de lámparas en el bosque por parte de guías y visitantes, para atraer forzadamente a las luciérnagas macho. El vuelo hacia las lámparas es un gasto innecesario de energía y compromete la supervivencia de la población, pues no logran completar su ciclo reproductivo. Esta mala práctica, a pesar de estar prohibida, se realiza por algunos años.
Una condición altamente relevante es que la actividad turística cumpla con las expectativas generadas en visitantes y turistas. Sin embargo, en las redes sociales de diversos centros de avistamiento, es posible leer las inconformidades de clientes con respecto a los servicios recibidos y debido a la falta de advertencia sobre la baja población de luciérnagas que se pueden observar en comparación con años anteriores.
Estas observaciones dejan muchas dudas… ¿El vuelo de cortejo de los machos en este año ha sido uno de los últimos? Si el cortejo y apareamiento de luciérnagas se ha visto afectado, la siguiente generación de luciérnagas está comprometida. ¿Los depredadores perderán una alternativa de alimentación y las presas podrán prosperar hasta convertirse en plagas? no lo sabemos. ¿Existe real regulación en la operación de los avistamientos? ¿Los avistamientos cuentan con personal preparado en temas de conservación? ¿Ostentar el distintivo turístico Luciérnaga Dorada, es prueba de que el avistamiento es formal, que cumple los requisitos en materia de atención turística, sustentabilidad, protección civil, normatividad y sanidad? ¿Las autoridades en materia de Turismo y de Ambiente se encuentran comprometidas con la preservación del bosque y sus habitantes?
Sólo podemos concluir que son diversas las causas que influyen en que cada vez se vean menos luciérnagas en el bosque. Es importante seguir estrictos controles sobre la práctica turística en espacios naturales altamente sensibles a los disturbios como este. Insistimos en que los intereses económicos derivados de un turismo que hasta ahora se ha mostrado como extractivista, no deben imponerse sobre los anhelos de quienes han habitado históricamente los bosques de Nanacamilpa y Calpulalpan, y para quienes este ecosistema constituye su patrimonio y el de sus generaciones futuras.
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