En un acontecimiento trascendental, Sergio Massa, el candidato peronista, ha obtenido el 36% de los votos, mientras que Javier Milei, figura de la corriente ultraderechista, ha logrado el 30,4%, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas que se llevaron a cabo este domingo. Con el 83% de las papeletas escrutadas, estos resultados marcan un hito en el panorama político del país.

En un giro sorprendente, Patricia Bullrich, representante de la derecha, ha experimentado una disminución significativa en su apoyo, obteniendo un 23,7% de los votos. Estas elecciones se caracterizan por ser las más inciertas de las últimas cuatro décadas, con la participación de 25,9 millones de ciudadanos, lo que representa el 74% del padrón electoral. Este proceso electoral se produce en medio de una crisis económica y un auge de la ultraderecha que ha marcado profundamente la campaña.

Es importante destacar que la participación electoral ha disminuido en comparación con las elecciones presidenciales de 2019, con una caída de siete puntos porcentuales.

Los argentinos se enfrentaron a un escenario político inusual, con un reparto de votos que muestra una división equitativa en la que los principales candidatos con posibilidades eran Javier Milei, líder en las encuestas, el peronista y actual ministro de Economía, Sergio Massa, y la conservadora Patricia Bullrich.

Además de la elección presidencial, los argentinos también han votado para seleccionar diputados, senadores y parlamentarios del Mercosur. Las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Catamarca han decidido su próximo gobernador, y la ciudad de Buenos Aires ha elegido a su jefe de Gobierno. Estos resultados tienen un impacto significativo en la dirección futura de Argentina.

Según la misma Cámara Nacional Electoral, en caso de que se requiera un balotaje (segunda vuelta), este se llevará a cabo el 19 de noviembre, aproximadamente un mes después de las elecciones generales.